Carmen Santo
Los empleados son la viva imagen de la empresa, la representan en
todas sus acciones, tanto a nivel interno como en el exterior, y por su
puesto en su ámbito privado. Las empresas tienen en casa a los mejores
prescriptores de su marca, siempre y cuando sepan cuidarles y prestarles
la atención que se merecen. Si los propios empleados no creen en su
empresa ¿por qué han de hacerlo los clientes?
Según el estudio elaborado por Madison Performance Group, con un
alto grado de implicación hacia la marca supone una importante ventaja
competitiva. Los trabajadores cuyas empresas se preocupan por aplicar
planes de incentivos, por reforzar su sentimiento de pertenencia hacia
la marca y hacer que se sientan importantes para la corporación muestran
una actitud positiva hacia la empresa que revierte en mayores
beneficios, incluso en una época complicada a nivel económico. Aumentar
el compromiso de los empleados hacia la marca equivale al incremento en
un 12% del grado de satisfacción del cliente.
Un empleado altamente comprometido puede ser hasta un 38% más
productivo. Estos trabajadores son más creativos, están más implicados y
se constituyen en defensores a ultranza de su empresa. Se caracterizan
por transmitir valores positivos a su entorno y desarrollar una actitud
protectora hacia su empresa
Convertir a los empleados en embajadores de la marca debería ser
una prioridad por parte de todos los CEOs y altos directivos de la
empresa. Según el estudio, el 86% de los empleados motivados por su
empresa confiesan sentirse felices en el trabajo; esta cifra contrasta
con el escaso 11% de aquellos trabajadores cuya empresa no se preocupa
por ellos, donde además, la tasa de enfermedad en la empresa se triplica
respecto a los asalariados de las otras empresas.
El 67% de los trabajadores comprometidos se definen como defensores
activos de la marca; 3 de cada 4 dice conocer las necesidades de los
clientes y se muestra dispuesto a recomendar los productos de la empresa
Atrás quedó la época en la que un trabajador no era más que un ser
anónimo, un número a engrosar una lista de masa obrera. Ya en la década
de los 80 William Ouchi propuso una nueva forma de administración y
prácticas directivas, tanto en la denominada teoría Z, como en su
segundo libro “El management de forma de una sociedad” donde la clave
para una mayor productividad está en implicar a los trabajadores en el
proceso.
¿Se sienten tus trabajadores identificados con la empresa? ¿La
gestión de los recursos humanos se ha adaptado a los nuevos tiempos, o
sigue anclada en la revolución industrial?
Fuente: http://www.puromarketing.com/53/13557/poder-convertir-trabajadores-embajadores-marca.html